A veces se cuenta que el fin de las artes es la catarsis, el hecho inconsciente, casi mágico, de manifestar las emociones humanas a través de la contemplación de una obra. Ya sea que se encuentre con ella como espectador, al permitirse conmover por la plástica de la artista, o como la creadora, quien expresa algunos de sus deseos, inquietudes o duelos a través del lienzo.
“Buscas aún, nos buscas lugar”, nos ofrece esa respuesta sincera a la necesidad de catarsis. En la instalación realizada por Emilia Sandoval, la artista realiza una interpretación de aquella sensación de vulnerabilidad que muchos han vivido al enfrentarse a la pérdida permanente de un ser amado.
Y al mismo tiempo, aunque pueda parecer paradójico, la experiencia brinda una paz tan incómoda como tranquilizadora de mirar al pasado y asimilar con filosofía un suceso de esta naturaleza; buscar los detalles felices, los buenos momentos, algunos recuerdos que quizá no se tomaba conciencia que existían, para al final del duelo, tener que dirigir la mirada hacia lo siguiente sin perder por último la esperanza.
El proyecto, surgido a través de la relación entre el museo y la artista, presenta objetos con un gran valor sentimental para la madre de Emilia; el perfume que usó la mayor parte de su vida o el anillo que pasó de generación en generación; objetos significativos tanto para su madre, como para su familia, que fueron hallados después de su fallecimiento y que adquieren vida nuevamente en la resignificación que la exposición les otorga.
La instalación en su totalidad es una ofrenda para ella y, a la par, una oportunidad para cualquier persona que entre; una invitación para quienes han perdido a un ser cercano y están en un proceso de duelo, buscando generar una empatía e identificación de sentimientos. De aquí surge la idea principal de jugar con las luces y sombras; con la abstracción de imágenes.
La artista plástica que presenta su obra en la sala Ixtle del Museo Textil de Oaxaca, incita al público con una pregunta difícil de abordar y quizás sin alguna respuesta concreta: “¿qué sucede cuando una hija pierde a una madre?”. La solución, si es que la hay, tendrá que buscarse en una serie de intervenciones con distintos materiales que van desde la tela, el papel, los muebles y objetos cotidianos, hasta el video.
“Hubo mucho para que cualquier persona que entre a la exposición si tiene un duelo, si falleció alguien cercano, pueda sentir una empatía o identificarse con estos sentimientos. Principalmente la idea son las luces, las sombras, la abstracción de las imágenes. Como cuando alguien cercano fallece, con el tiempo se va volviendo más abstracto el recuerdo de esa persona, es lo que queremos decir.”
Emilia Sandoval
La exposición, sin un orden aparente, tiene la intención de que las piezas dialoguen entre sí; no obstante, un hilo conductor para esta ocasión, aparecerá en cada obra de esta muestra.
Y es que, entre las figuras plasmadas en tela, y el collage de materiales y formas, aparecen la figura de un polluelo al lado de su madre y el perfil de sombras de quizá un ave o una mariposa, lo que nos permite percibir, por un lado, las emociones de amor y confort ante la compañía de la madre en un momento que se desearía eterno, y por el otro, la fragilidad de la vida, la soledad y la tristeza. El video que nos muestra aquella silueta con alas, transmite una total nostalgia, como el movimiento que provoca el viento a través de las hojas de los árboles.
Quedan más objetos descubiertos por Emilia: recortes de revistas, galletas finas, frutas, formas geométricas, un cajón de pañuelos personales, algunas cartas y postales, planos de la casa, todos vueltos a significar de alguna manera. Destaca un textil amplio que provoca transparencias por la disposición de sus hilos. A los recortes también se les ha intervenido con un textil semitransparente semejante a la seda, y gracias a la curaduría, se les presenta de una forma que permite apreciar su tridimensionalidad, dando la impresión de que se trataran de fantasmas que surgen, inevitablemente, de los recuerdos.
Las postales muestran curiosidades variadas como correspondencia personal a mano y figuras religiosas. Así también, los pañuelos aparecen tejidos con flores y el personaje de una geisha.
La exposición “Buscas aún, nos buscas lugar”, fue formalmente inaugurada en celebración por el final del Tercer Encuentro de Textiles Mesoamericanos. Durante el discurso de inauguración, Hector Meneses, director del Museo Textil de Oaxaca, afirmó que este espacio no está anclado al pasado, sino que busca mostrar las propuestas actuales del arte contemporáneo.
Texto: Amanda Sigüenza
Jesús Matus
Fotografía: Ricardo Hernández
Miriam Gris