“El TEXTIM es un espacio en donde los investigadores, los hacedores y los artistas, pueden compartir una serie de inquietudes en torno a los textiles e indumentaria.”
Marta Turok
Marta Turok, antropóloga mexicana a cargo del Centro de Estudios de Arte Popular Ruth D. Lechuga, participó en el marco de las actividades del TEXTIM con una ponencia acerca de proyectos de rescate y revitalización, así como la importancia de contar con estrategias integrales para el logro de metas.
Para poder hablar de la importancia de un método de trabajo, es necesario primero hacer un análisis, retomar de dónde vine el arte popular, considerando dos raíces principales, la utilitaria y la ritual-ceremonial. Así mismo, es importante observar la pérdida en la indumentaria y las razones que hay detrás de ella.
Entre los factores que influyen en la pérdida de la vestimenta, está la prohibición del uso, con la discriminación y el racismo como motores del abandono de lo artesanal, generalmente acompañado de la pérdida de la lengua. También, puede hablarse de los costos elevados de producción y finalmente, los crecientes problemas de acceso a las materias primas.
Al realizar una investigación, Turok encontró que incluso dentro de las comunidades, no hay una valoración social de lo artesanal, prefiriendo que las generaciones más jóvenes se dediquen a actividades con una connotación de estatus social; esta desvalorización es también visible al hablar del regateo, que es visto como un juego acordado por ambas partes; no obstante, el artesano no entra en ese juego, se trata de una persona que está hablando de los costos de su trabajo y de lo que considera sería justo ganar.
“La discriminación y el racismo siguen siendo el motor del abandono de lo artesanal y de la indumentaria.”
El 80% de los artesanos tienen de 40 a 80 años, del 20% restante, el 15% tiene de 20 a 30, es decir, que no hay una población joven que este comenzando a producir, cuestión que va de la mano con el sistema educativo que se maneja en el país; es claro que los jóvenes asisten a la escuela a aprender, sin embargo, el aprendizaje del telar es un aprendizaje lúdico de muchos años, que no debería verse obstaculizado por el sistema educativo y en ese caso, ¿por qué no estamos cuestionando nuestro actual sistema?
Esta cuestión de pérdida de valor no es sólo un factor a nivel nacional, sino un problema de valores en la civilización occidental; la indumentaria supone un marcador de identidad colectiva en contraposición a una sociedad que busca la individualidad, se trata de un marcador de etnia, localidad, familia, edad e incluso usos –diario, ritual, matrimonial, mortajas–.
Al mismo tiempo, la indumentaria ha presentado cambios y transformaciones a través del tiempo, se puede pensar, desde la perspectiva de técnica textil, que hay una pérdida; pese a esto, puede considerarse también como una innovación en la moda étnica, en términos de una adopción colectiva y una negociación de la tradición con la modernidad.
La cultura se caracteriza por no ser estática, tradición y cambio son dos cualidades que convergen en lo cultural. A partir de esto, resulta necesario abordar las técnicas y tradiciones en riesgo, de las cuales se deben realizar diagnósticos constantes y analizar si hay pérdidas en los referentes culturales y por qué se dan estas pérdidas; cuáles son realmente los factores internos y externos que influyen.
A pesar de esto, pueden también presentarse casos en donde la pérdida de la técnica viene acompañada de una sustitución, como es el caso de la lana de Michoacán, en donde se fue perdiendo el espacio para tener borregos y en consecuencia, la lana se perdió y fue reemplazada por otros materiales.
Como oposición a esta pérdida, se presentan comunidades como el Istmo de Tehuantepec y Los Altos de Chiapas, en donde hay un conservadurismo con intento de defensa de la cultura y hay una capacidad para aprender elementos nuevos. En estas situaciones, es importante también una serie de diagnósticos constantes, regresar a estos lugares y ver qué está sucediendo, si la vigencia de los elementos es por cuestiones externas y principalmente, quién define los elementos esenciales de una técnica, considerando para ello, que la esencia se tiene que construir analizando los elementos de una cultura y qué significan para la propia gente.
De esta forma, se puede hablar también de estrategias de rescate, revitalización, desarrollo o producción, cada uno de estos en función de las materias primas, la tecnología, las herramientas y el producto. En el caso particular del rescate, la propuesta debe entrar al analizar las razones de la pérdida antes mencionada; además, es de suma importancia definir cuál va a ser el motor que continúe el rescate, para quién se está realizando.
Uno de los ejemplos respecto al rescate, es el caracol púrpura, empleado en las costas de Oaxaca para teñir madejas de algodón en tonos morados; el asunto de la preservación de esta especie ha sido tratado desde 1983, y entre los riesgos principales se encuentra la oferta de restaurantes.
La estrategia originada a partir de esta situación, fue empezar a tratar el problema de consumo e invitar a la gente a no consumir caracol, además de hablar directamente con los vendedores para lograr generar consciencia desde el consumidor. A pesar de esto, no ha habido un congreso en donde se hable de cómo hay que jerarquizar los tintes y llamar a los diferentes sectores que pueden ayudar a entender el manejo que requieren las materias primas; para Turok, es necesario empezar a hacer programas y proyectos para incidir, si no en políticas públicas, por lo menos en acuerdos y compromisos para el manejo de materias primas y la valoración de las mismas.
Texto: Amanda Sigüenza
Fotografía: Miriam Gris
Ricardo Hernández