En la biblioteca de nuestra universidad nos encontramos con Claudia Antonio, alumna de séptimo semestre de la licenciatura en Psicología, quien nos platicó acerca de cómo decidió estudiar una carrera profesional.
Inicialmente ella era secretaria del Departamento de Control Escolar de nuestra Casa de Estudios, exactamente desde el año 2008. Con el paso del tiempo y por estar en constante contacto con los estudiantes, se despertó su interés por el rol universitario. ”El hecho de ver a los alumnos aquí, verlos diario me impulsaba a decir: tengo que seguir. Mi trabajo era algo que me gustaba hacer sin embargo quería crecer”.
“Llegué a establecer relaciones con los mismos alumnos de la universidad o los maestros me contaban historias sobre lo que ellos hacían dentro de su carrera y su trabajo; y así empecé a involucrarme”, nos compartió Claudia demostrando que las experiencias de otros llegan a ser tan importantes que pueden despertar el ánimo de cualquiera, para seguir su ejemplo.
Solo bastó tomar la decisión de iniciar sus estudios universitarios para que Claudia tomara cartas en el asunto, estudiando el nivel medio superior y así preparar el camino para ser universitaria. “Empecé desde la prepa abierta, la hice en un año y medio y así comencé”, afirmó.
La decisión le daba vueltas en la cabeza, pero ¿Cómo decidir qué carrera estudiar? “Me decidí por la carrera de Psicología, creo que de alguna manera van implícitos nuestros problemas, nuestras necesidades, un factor de superación y hasta de auto ayuda”.
La historia no termina ahí, la decisión estaba tomada pero la experiencia apenas comenzaba. “Cuando empecé se me dificultaba porque no conocía la historia y la parte teórica. Con el tiempo me fue gustando y ahora que estoy en los semestres prácticos tengo una visión muy diferente de la carrera. Me gusta lo que hago y lo disfruto”.
Tomar la decisión y hacer el sueño posible fue difícil para Claudia, ya que la dinámica laboral en la que se encontraba hacía la situación aún más compleja. “Lo que hice fue pedir el apoyo a mis superiores y a mis compañeras de trabajo porque en verdad quería estudiar. Hablé con la Directora y dialogué con mis compañeras, recibí todo su apoyo”.
Los días universitarios empezaron y ella nos cuenta su proceso de adaptación. “Era un poco difícil empezar con el ritmo de la escuela, estudiar por la mañana y trabajar en la tarde, no me quedaba mucho tiempo de hacer mis tareas. No me gusta llegar tarde, sí era un poco complicado llegar y dormir solo tres horas diarias por casi tres años”.
Los días transcurrían y el reto seguía en pie. “Tenía que estar coordinada con lo que tenía que hacer, organizar mis tiempos y ser muy responsable en los dos ámbitos”.
Sin duda Claudia es un ejemplo de perseverancia y disciplina para nuestra comunidad estudiantil. “Comparto mi experiencia, tener un trabajo y estar estudiando es un esfuerzo doble, pero vale la pena para alcanzar lo que tú quieres y lo que quieres lograr”.
Por último nos comentó algo que muchos sabemos pero pocas veces tomamos en cuenta. “Si en verdad quieres hacer algo, buscas la forma”. Tú que dices. ¿Se puede o no se puede?